Relatando sus experiencias cuidando de ballenas en peligro de extinción, un veterinario y científico marino demuestra que todos podemos contribuir a la salvación de estos animales amenazados.
La imagen que la mayoría de nosotros tiene de los balleneros incluye arpones y traumas intencionados. Sin embargo, consumir mariscos capturados comercialmente conduce al enredo de las ballenas en cuerdas y redes, causando su lenta muerte, y las rutas marítimas globales que nos traen bienes disponibles con facilidad a menudo resultan en muertes por colisión. Todos nosotros somos balleneros, sostiene el científico marino y veterinario Michael J. Moore. Pero no tenemos por qué serlo.
Basándose en más de cuarenta años de trabajo de campo con ballenas jorobadas, piloto, de aleta y, en particular, con las ballenas francas del Atlántico Norte—una especie cuya población ha disminuido más del 20% desde 2017—Moore nos lleva con él mientras realiza necropsias a ballenas varadas en playas, en sus investigaciones independientes junto a balleneros que usan arpones explosivos, y mientras rastrea ballenas heridas para administrarles sedantes. La difícil situación de las ballenas es compleja, desconcertante y perturbadora. Aprendemos sobre leyes de conservación existentes pero poco aplicadas y sobre esfuerzos perennes (y a menudo fallidos) para equilibrar el impulso de lucro en la pesca con la protección de especies en peligro atrapadas por accidente.
Pero a pesar de estos desafíos, la historia de Moore es optimista. Nos muestra cómo las tecnologías para la pesca sin cuerdas y el seguimiento acústico de las migraciones de ballenas marcan una diferencia dramática. Y mira hacia adelante con esperanza, mientras nuestro creciente entendimiento de estas criaturas extraordinarias impulsa un esfuerzo cada vez más fuerte por el cambio.
Para más información sobre el libro y las investigaciones de Moore, por favor visite su página web en la Woods Hole Oceanographic Institution.
2024-11-29 Dn Upload
